Enviar un mensaje a su cliente en el momento o después de una compra es una buena práctica bastante extendida en el comercio electrónico. Estos mensajes contribuyen a satisfacer y tranquilizar al cliente, y a menudo allanan el camino para futuras interacciones. En el mundo físico, es raro que un cliente tenga este tipo de interacciones, como si consideráramos que el recibo de caja y los intercambios con el dependiente son suficientes.
A continuación enumeramos varias razones para interactuar con tus clientes, vía SMS o email, cuando realizan una compra.
Si la compra de tu cliente ha ido bien, los estudios demuestran que darle las gracias le anima mucho a repetir el acto de compra. En otras palabras, dar las gracias a tu cliente aumenta su fidelidad.
Es más probable que un cliente te recomiende en el acto.
¿Por qué no informarles de tu oferta de patrocinio, enviarles un enlace para animarles a opinar en las plataformas adecuadas o animarles a que le den a "me gusta" a tu página de facebook?
Pedir la opinión de tu cliente sobre la experiencia que ha tenido durante su visita tiene un doble beneficio: no sólo te permite identificar posibles fallos y mejorar; también aumenta el valor de tu cliente.
Pedir la opinión de tu cliente sobre la experiencia que ha tenido durante su visita tiene un doble beneficio: no sólo te permite identificar posibles fallos y mejorar; también aumenta el valor de tu cliente.
Proponer una oferta promocional muy atractiva en una futura visita con una duración muy limitada puede ser una oportunidad para desencadenar una nueva compra.
Si condicionas esta oferta promocional a alcanzar un importe de gasto, aumentarás la cesta de tu cliente.
Incentivarles a gastar más.
En general, el acto de compra puede ser una oportunidad para informar o recordar a tu cliente varios temas:
Recomendamos programar estas interacciones poco después de la compra, una o dos horas después, o incluso 24 horas después, ya que las interacciones en tiempo real se reservan para las notificaciones del programa de fidelización: apertura de la tarjeta, adquisición de una recompensa, cambio de estatus o alcanzar un nivel de bolsa de premios...
Las interacciones con el cliente durante una compra o tras una compra no tienen por qué ser sistemáticas, y puede ser pertinente poner condiciones, por ejemplo: